Así como Google hace noticia por lanzamientos tan recientes como Google Drive o por las novedades que incorpora constantemente a su ofimática online Google Docs, también lo hace por problemas y acusaciones por parte de los competidores, sobre todo ahora que la propia Unión Europea le hizo un gran llamado de atención, dándoles casi un ultimátum por el conflicto antimonopólico que mantienen desde el 2010.

Hace dos años cuando terminaba noviembre de 2010, la competencia de Google – representadas en Microsoft, TripAdvisor, eDreams, entre otras- emitió un fuerte reclamo que los implicaba en prácticas monopólicas, acusándolos de manipular las búsquedas para que cuyos resultados tendieran a favorecer a los servicios publicitarios con los que estaban ligados. Y el reclamo efectivamente se hizo escuchar y nada menos que por la propia Unión Europea, entidad que comenzó a investigar esta posible mala utilización de su propio servicio Google Search.

Desde entonces ha pasado el tiempo y nada se ha resuelto hasta hoy, momento en que el mismo jefe antimonopolio de la UE, Joaquín Almunia, incrementó la presión sobre los de Mountain View con el fin de que este conflicto quede resuelto cuanto antes, llamado que por lo demás sonó implícitamente a un ultimátum.

Esto sobre todo porque, según él, “los mercados de movimiento rápido se verían particularmente beneficiados con una solución rápida para restaurar la sana competencia”. Para ello incluso ya fue enviada una misiva formal al presidente ejecutivo de la gigante de la búsqueda en internet, Eric Schmidt, donde se le ofrece cierto plazo para entregar una respuesta y así evitar una extensa batalla legal y la respectiva – además de muy posible- exuberante multa.

Ahora, también cabe destacar que esta acusación de monopolio no sólo es investigada por la Unión Europea, sino que de igual forma por la Comisión Federal de Comercio de EE.UU., quienes han recibido 16 reclamos por una supuesta distorsión en los resultados de las búsquedas de Google, ya que los mismos siempre se inclinarían por aquellos que tienen negocios con Google, tal es el caso, por ejemplo, de Google Places.

Al respecto eso sí, los de Google mayormente no se han pronunciado salvo por el discurso que siempre han tenido y el que se relaciona con la convicción de que están completamente dispuestos a una solución rápida y tranquila, aunque no estén para nada de acuerdo con las conclusiones monopolistas que la comisión les achaca. Y si esto pasa, en palabras del mismo Almunia, “podría finalizar la investigación de 18 meses que llevan hasta el momento, saliendo libres de multas y tras una prueba de mercado”. Pero eso claramente está por verse, pues la respuesta concreta de Google aún no se da.

Más información en Actualidad Google y Reuters Brussells

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