Científicos australianos anunciaron que a partir del 2013 comenzarán a realizar pruebas clínicas para probar su prototipo de dispositivo ocular biónico.

La herramienta es el trabajo de Bionic Vision Australia (BVA) y tiene como fin desarrollar la tecnología para contrarrestar las condiciones degenerativas de la retina, como retinitis pigmentosa y la relacionada con la degeneración macular asociada con la edad.

El sistema multi-componente consta de una cámara incrustado dentro de un marco gafas. Las imágenes que captura se transfieren a un procesador externo (un teléfono inteligente o PDA) a través de una conexión por cable.

Una vez procesada, entonces se envían los datos a través de radio de alta frecuencia a un microchip implantado en el ojo. Este microchip, colocado en el espacio supracoroidea del ojo, convierte los datos en impulsos eléctricos.

Se conecta directamente a las células en la retina y los impulsos estimular el nervio, que transmite los datos al cerebro. Así, siempre y cuando el paciente tiene un nervio de función óptica y unas pocas células de la retina, este dispositivo permitirá al menos algún grado de la vista.

El ojo biónico genera una iteración de 98 electrodos para estimular los nervios de la retina y simular la luz, lo que es suficiente para permitir a un paciente a ver objetos de gran tamaño. La versión de alta agudeza de 1.024 electrodos supone una imagen muy detallada, pero da un campo mucho más estrecha de detección.

Si los ensayos clínicos programados para el próximo año van bien, BVA comenzará a trabajar en una versión combinada de enfoque tanto de ángulo amplio y detallado.

Más información en: Gizmodo

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