El telescopio MPG del Observatorio Europeo Austral (ESO) ha obtenido una nueva imagen de la Nebulosa del Lápiz, una peculiar nube de gas brillante que forma parte de un inmenso anillo de escombros, resultantes de una explosión de supernova que tuvo lugar hace unos 11.000 años.

Según han explicado los astrónomos de ESO, la fotografía muestra un Universo aparentemente en calma, el ambiente está lejos de ser un lugar tranquilo. Así, explican que las estrellas nacen y mueren en un ciclo sin fin, y algunas veces la muerte de una estrella puede dar lugar a imágenes de belleza sin igual en las que el material es expulsado al espacio formando extrañas estructuras en el cielo.

Los científicos destacan esta imagen como un ejemplo” de esa belleza sin igual, ya que en ella se puede ver la Nebulosa del Lápiz que destaca sobre un rico fondo estrellado. “Esta nube de extraña forma, también conocida como “NGC 2736”, es una pequeña parte de un remanente de supernova situada en la constelación austral de La Vela”, señala ESO.

Además, ha explicado que esta nebulosa muestra pequeños y brillantes filamentos generados por la violenta muerte de una estrella que tuvo lugar hace unos 11.000 años. “Las partes más brillantes tienen forma de lápiz, de ahí el nombre, pero la estructura completa se asemeja más a una típica escoba de bruja”, afirmaron.

El remanente de la supernova de la Constelación de La Vela es una masa de gas en expansión originada por la explosión de la supernova. Inicialmente, la onda de choque se movía a millones de kilómetros por hora, pero a medida que se expandía a través del espacio fue horadando el gas entre las estrellas, frenándola considerablemente y generando extrañas nebulosidades de retorcidas formas. La Nebulosa de Lápiz es la parte más brillante de esta enorme estructura.

Esta imagen muestra inmensas y tenues estructuras filamentosas, nudos de gas más pequeños y grupos de gas difuso. La apariencia luminosa de la nebulosa proviene de las densas regiones de gas que han sido impulsadas por la onda de choque de la supernova.

Dado que la onda de choque viaja a través del espacio, atraviesa la materia interestelar. Al principio, el gas se calentó millones de grados, pero posteriormente se enfrió y aún emite un débil brillo, captado en la nueva imagen.

Estudiando los diferentes colores de la nebulosa, los astrónomos han podido conocer la temperatura del gas. Algunas regiones aún están tan calientes que la emisión está dominada por átomos de oxígeno ionizado, que presentan tonos azules. Otras regiones más frías se destacan en tonos rojizos, debido a la emisión del hidrógeno.

La Nebulosa del Lápiz, que se encuentra a unos 800 años luz de la Tierra, mide unos 0,75 años luz y se mueve a través del medio interestelar a unos 650.000 kilómetros por hora.

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