Investigadores Australianos han logrado construir el transistor más pequeño del mundo, a partir de tan sólo 1 átomo de fósforo insertado con mucha precisión en un cristal de silicio. Esto presenta un impacto directo en lo que es el futuro desarrollo de computadores cuánticos.
Un transistor consiste de una pieza de material semiconductor que se encuentra ubicado entre dos electrodos, actuando de forma similar a un interruptor. Al combinar los transistores en un chip se pueden crear circuitos lógicos con la capacidad de realizar computos, por lo que uno de los principales objetivos de los fabricantes de chips es crear cada vez transistores más pequeños.
Los transistores de un sólo átomo se habían creado anteriormente en un laboratorio, pero lo que no se había logrado hacer, era replicar su funcionamiento y que funcionaran de forma regular, ya que presentaban un error de 10 nanómetros por lo que la creación de los investigadores de la Universidad de New South Wales permitiría la producción de estos transistores de forma confiable.
Para este trabajo se utilizó un microscopio de barrido, para así reemplazar uno de seis átomos de silicio por uno de fósforo, obteniendo como resultado una precisión cercana a medio nanómetro. Al aplicar voltajes a lo largo de los electrodos presentes en este dispositivo, el nanoaparato operó como un transistor que amplifica y cambia las señales electrónicas.
La exitosa creación de este nanotransistor representa un importante paso para el desarrollo de computadores cuánticos, dispositivos de gran poder con la capacidad de realizar cálculos de forma casi instantánea, aunque se prevee que pasen al menos unos 20 años antes de que este tipo de computadores esté disponible en el comercio público.
Vía The Windsor Star