NEC ha anunciado que está desarrollando una batería de súper-delgada que podría ser incorporada en las tarjetas de crédito o las pantallas flexibles.
La llamada “batería radical orgánica” podría ser insertada en placas de circuito de sólo 0,3 mm de espesor y lo suficientemente flexible para ser utilizada en las pantallas flexibles que vendrán en el futuro. La nueva batería, parte de un proyecto en curso de NEC Labs, también es lo suficientemente delgada como para ser incorporado en documentos electrónicos.
Unos 3 cm de la batería de 0,3 mm puede ofrecer 3mAh, capaz de actualizar una pantalla pequeña 2.000 veces con una sola carga, con una capacidad de ciclo de carga similar a la de las baterías de iones de litio que se utilizan actualmente en la mayoría de los teléfonos y tecnología recargable.
Aparte de ser extremadamente delgada, esta nueva tecnología es atractiva porque evita los metales pesados tóxicos que se encuentran en la mayoría de las baterías, y funcionan por la reacción de las sales contenidas en un gel de polímero.
Los radicales orgánicos, en química, son entidades moleculares que poseen un electrón no apareado. Uno de los principales obstáculos que enfrenta NEC en traer estas tecnología en el mercado es la conversión de los radicales en un compuesto más estable.
Si la compañía continúa en el desarrollo, la investigación sugiere que la “batería radical orgánica” podrían alcanzar una densidad de energía mayor que las baterías recargables convencionales.
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