En un fallo que se decidió hoy, se estableció que el código fuente no puede ser robado, porque no puede ser físicamente obtenido.
La decisión por escrito fue dictada hoy por el Tribunal de Apelaciones de EE.UU, revocando el fallo de un tribunal de primera instancia que condenó a un programador de Goldman Sachs a prisión por ocho años por la descarga de algunos de los códigos fuente de la empresa. Según los jueces, el programador, llamado Sergey Aleynikov, no podía ser culpable de robo o de espionaje, argumentos que fueron utilizados por los fiscales estadounidenses en el juicio del 2010 para encarcelar a Aleynikov.
Dado que Aleynikov no pudo tener el control físico del código ni haber privado a Goldman Sachs de su uso, no podía haber cometido robo. Además, dado que el código descargado por Aleynikov no fue divulgado al extranjero, sus acciones no puede ser consideradas como espionaje. Si bien la decisión, no implica que el código fuente no sea propiedad física, sí puede implicar que no puede ser robado.
Sergei Aleynikov fue un programador que realizaba sus tareas de desarrollo de Software para la firma de finanzas Goldman Sachs. Fue acusado el 2010 de robar software que se utiliza para comerciar un gran volumen acciones a alta velocidad. En el momento de su detención, confesó haber tomado el código, pero dijo a los agentes del FBI que sólo quería recopilar los archivos de software de código abierto en los que había trabajado, y que la obtención de de archivos protegidos en su último día de trabajo había sido sólo accidental.
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