IntelDig

Aspirina ayuda a reducir el riesgo de cáncer a la piel

A los incontables beneficios de la aspirina que conocemos hoy, se agregó uno más: la reducción del riesgo de cáncer a la piel. Con esto, el popular medicamento que se hiciera famoso en Chile por la frase “Si es Bayer, es bueno” pasa a engrosar la larga lista de fármacos, alimentos e infusiones que ayudan a prevenir ciertos tipos de cáncer.

De acuerdo a un estudio realizado por investigadores del Hospital Universitario de Aarhus, Dinamarca, la Aspirina y otros antiinflamatorios de uso cotidiano pueden ayudar a reducir el riesgo de contraer cáncer a la piel.

Investigaciones previas concluían que el consumo frecuente de medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos, AINE, ayudaban a disminuir el riesgo de contraer algunos tipos de cáncer, razón por la que el grupo de científicos decidió estudiar las formas de evitar –o disminuir el riego de contraer- los tres tipos principales de cáncer a la piel: carcinoma basocelular, el carcinoma de células escamosas y el melanoma maligno

Para desarrollar la investigación, los científicos revisaron registros médicos daneses entre los años 1992 y 2009, llegando a identificar 1.974 diagnósticos de carcinoma de células escamosas, 13.316 de carcinoma de células basales y 3.242 de melanoma maligno. De ahí se obtuvieron datos fundamentales como recetas médicas obtenidas por ellos, los que luego fueron contrastados con registros de recetas de cerca de 180 mil personas sin cáncer a la piel.

Este análisis los llevó a concluir que las personas que contaban con más de dos recetas de medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos (AINE) tenían un 15 por ciento de disminución del riesgo de desarrollar carcinoma de células escamosas y un 13 por ciento menos de riesgo de desarrollar melanoma maligno, especialmente si los AINE eran tomados por más de siete días o en cantidades muy elevadas. Sin embargo, con estos medicamentos el carcinoma de células basales no presentaba una disminución del riesgo, aunque sí se registraba un riesgo entre un 15 y 21 por ciento menor de desarrollar tumores en otras partes del cuerpo.