Un grupo de investigación de la tradicional universidad británica realizará pruebas genéticas a los restos orgánicos recogidos a lo largo del tiempo y que pertenecerían a la mitológica criatura.
Según lo indicado por Bryan Sykes, uno de los promotores del proyecto en el cual también participan profesionales suizos, la génesis de la pesquisa surgió a raíz de “los numerosos informes engañosos y excéntricos que existían” acerca del fenómeno del Yeti.
“Decidimos dar al caso un enfoque sistemático y utilizar los últimos avances en las pruebas genéticas”, enfatizó.
Es por ello que se han realizado “nuevas pruebas” a los hallazgos encontrados en avistamientos previos, lo que se suma a recientes restos orgánicos, como pelos, de algunas de las zonas en donde testigos aseguran que habita la criatura.
“Las pruebas hasta ahora por lo general han concluido que los supuestos restos del Yeti eran realmente humanos. Pero eso podría haber sido el resultado de la contaminación de pruebas y nunca se ha vuelto a hacer una revisión de datos”, explicó Sykes.
Desde que en 1951 una expedición al Everest regresó con fotografías de huellas gigantes en la nieve, se ha especulado acerca de las criaturas gigantes del Himalaya, desconocidas para la ciencia.
Esto se suma a informes de testigos presenciales que dicen haberlo visto en Asia, en Estados Unidos -en donde le conocen como ‘Bigfoot’ o ‘Sasquatch’-, en las montañas del Cáucaso y en Sumatra.