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Científicos develan el camino que siguen las nanopartículas dentro del cuerpo

La nanotecnología avanza a pasos agigantados. Lejos de las bélicas y maléficas aplicaciones que se ven en el cine y la televisión, las nanopartículas son un complemento eficiente para la medicina. Hoy se usan para recubrir y encapsular medicamentos, y perfeccionar dosis inyectables, sin embargo, era poco lo que se sabía acerca del trayecto que siguen estas partículas, por lo que científicos las estudiaron e identificaron su ruta dentro del cuerpo humano.

Los avances de la nanotecnología aplicados a la farmacología, han permitido una serie de aplicaciones médicas para estos elementos. Se administran por vía oral, intravenosa, ocular y transcutánea para mejorar las funciones de las drogas.

Se han desarrollado varios tipos de nano partículas que permiten estas mejoras, sin embargo, es muy poco lo que se sabe acerca de la interacción que ellas mantienen con otras células o con los órganos del cuerpo humano, lo que hace difícil la creación de métodos para optimizar sus funciones y características dentro de la medicina.

Es por esta razón que un grupo de científicos de la Universidad de Exeter y de la Escuela de Farmacia de University College de Londres, liderado por Natalie Laura Garrett, decidieron seguir la ruta de las nanopartículas cuando son administradas por vía oral.

Para esto, utilizaron un método que combina las funciones de varios instrumentos: un espectroscopio para revisar las señales vibratorias de las moléculas, llamado CARS por sus siglas en inglés (Coherent anti-Stokes Raman scattering spectroscopy), Second Harmonic Generation (SHG) y dos microscopios de fotones fluorescentes.

La utilización de estos métodos e instrumentes finalmente les permitió concluir que las nanopartículas administradas por vía oral siguen un camino de recirculación desde el tracto gastrointestinal, pasan por la corriente sanguínea para luego ser transportados a los hepatocitos y espacios hepatocelulares del hígado, para llegar a la vesícula biliar y finalmente ser liberados en el intestino junto a la bilis. Esta ruta puede ser utilizada para mejorar los efectos de las drogas y otros fármacos que son administrados por la vía oral.