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Contaminación ambiental afecta la funcionalidad de los testículos

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) dieron cuenta que la exposición a cierto tipo de contaminantes es peligrosa para el desarrollo de los testículos desde su fase embrionaria.

El estudio tomó como base a un grupo de ratones machos, quienes fueron puestos en contacto con pesticidas, plásticos y cosméticos, entre otros.

Así, los animales estuvieron expuestos a diferentes dosis de ftalato (un plastificador), zearalenona (una toxina presente en algunos cereales), lindano (un plaguicida), bisfenol A (empleado en la fabricación de plásticos) y estradiol (una hormona esteroide sexual femenina).

Estos compuestos forman parte de los disruptores endocrinos, “un amplio y heterogéneo grupo de sustancias químicas que pueden interferir en el sistema endocrino con efectos sobre el desarrollo y la función reproductivos”.

La exposición se llevó a cabo en periodos acumulativos durante el desarrollo embrionario con dosis más elevadas a las cuales habitualmente están en contacto los humanos.

Como resultado de la investigación se demostró que el ftalato y la zearalenona generan huellas de desregulación génica específicas, independientemente de los niveles o el momento de la exposición a estos compuestos.

En vista de ello, se desglosa que estas sustancias tienen mecanismos de acción génica en los testículos en etapas muy tempranas del desarrollo embrionario.

“Muchos de estos genes desregulados tienen actividades funcionales interrelacionadas y por eso pueden afectar a procesos clave en la función celular causantes de patologías reproductivas en el sexo masculino”, apuntó uno de los autores.

Los científicos esperan que la investigación sirva de base para nuevos estudios sobre los efectos nocivos de estos contaminantes en el desarrollo embrionario de los testículos.

“Varios estudios epidemiológicos han evidenciado un incremento de las alteraciones del desarrollo y función testiculares en humanos y animales”, explicó Jesús del Mazo.

Esto, luego del aumento progresivo de los casos de cáncer testicular entre varones jóvenes, el incremento de malformaciones genitales y el descenso progresivo de la cantidad y calidad espermática como resultado del contacto con estos disruptores endocrinos.