El desarrollo tecnológico, que implica un sistema de pintado en capas, permite que prácticamente cualquier superficie se convierta en una fuente de energía eléctrica.
Esta nueva pintura fue desarrollada por un grupo de científicos de la Universidad Rice, en Houston, Estados Unidos, liderados por Pulickel Ajavan.
El elemento se puede almacenar en un tarro de pintura en spray y se aplica desde el mismo lugar. La idea es que, a través de la aplicación de varias capas, cualquier superficie puede ser convertida en una fuente de energía, ya que permite almacenar electricidad.
Dichas capas, que en total son cinco, representan cada uno un elemento dentro de una batería tradicional. Así, existen dos capas para colectores de corriente, un cátodo, un ánodo y un polímero separador en medio de ellos.
En las pruebas iniciales de esta nueva tecnología energética se pintó con aerógrafos varias superficies, como cerámicas, vidrio, acero inoxidable, e incluso en la superficie curva de un pocillo de cerámica.
El problema está en las limitaciones de la aplicación de la pintura, ya que el manejo de los electrolitos líquidos presentes en la solución es muy complejo, además de ser necesario un ambiente seco y oxigenado.
Es por esto que los investigadores se encuentran perfeccionando la creación para que pueda ser aplicado al aire libre, para que resulte más rentable y más fácil de vender el futuro producto que se encuentra en desarrollo.
También se está evaluando la posibilidad de integrarla en celdas solares, para así darle la capacidad de tener energía autónoma que pueda ser almacenada y auto renovable.