Su cuerpo fue encontrado por el guardaparque ue estaba a su cargo. La causa de su deceso habría sido una insuficiencia cardíaca propia de su edad, de aproximadamente cien años.
Solitario George fue llamado así porque era la última tortuga gigante de las Islas Galápagos.
Se intentó cruzar en innumerables ocasiones con especies similares, pero la falta de una hembra de su propia especie se hizo evidente, ya que todos sus huevos fueron infértiles.
La enorme tortuga era el último ejemplar de la especie Chelonoidis Abingdonii, que vivía en las Galápagos.
Solitario George fue encontrado en 1971 por un grupo de cazadores. Desde ese momento fue trasladado por diversos centros de preservación en donde se intentó su infructuosa cruza.
Estos intentos se extendieron por cerca de cuarenta años, en donde se introducían a su corral hembras de especias genéticamente similares, pero nunca tuvieron éxito en reproducir a la tortuga para preservar la especie.
Al respecto, el director del Parque Nacional Galápagos, Edwin Naula, explicó a la agencia de noticias Reuters que “hoy día (domingo 24 de junio) el guardaparque al cuidado de las tortugas encontró el cuerpo de Solitario George, que estaba inmóvil”, sentenció. El último ejemplar de la especie yacía en su corral aún con su cuerpo tibio, y tras intentos de reanimación no fue posible devolverlo al mundo, por lo que se declaró su muerte oficial.
El cuerpo de Solitario George será embalsamado y permanecerá en el mismo parque en el que pasó sus últimos años de vida, como testigo de cerca de cien años en que vivió buscando una acompañante con quien procrear y preservar su extinta especie.