La agencia de seguridad acusa a la empresa de telecomunicaciones china de vender equipos de computación a Teherán y de realizar acciones para cubrir sus acciones, así como obstruir la labor del Departamento de Comercio de EEUU.
Según el FBI, ZTE vendió a Irán un sistema de vigilancia capaz de monitorear las comunicaciones de línea fija, móvil e internet.
Junto con ello, se dio a conocer un extracto de la declaración jurada hecha ante las autoridades de Ashley Kyle Yablon, del consejo general de la subsidiaria de ZTE en Texas.
En ella, Yablon reconoce conversaciones con funcionarios de ZTE para poder destruir los documentos y la negación de su autenticidad de los contratos con Teherán, para así dificultar la investigación del Departamento de Comercio por las ventas a Irán.
Yablon declaró que vio una copia del contrato iraní que “esencialmente describe cómo ZTE puede evadir el embargo de Estados Unidos y obtener los componentes fabricados en suelo americano, especificados en el contrato para la entrega a la empresa de Telecomunicaciones de Irán”.
El ejecutivo también señaló que la empresa le comunicó que ZTE posee “empresas pantalla” que usa para la compra de equipos de telecomunicaciones de fabricación estadounidense, los cuales a su vez son revendidos a países sometidos a embargo.
ZTE es el segundo mayor fabricante chino de equipos de telecomunicaciones y el cuarto desarrollador de dispositivos móviles en el mundo, al poseer el 4,2% del mercado mundial en el primer trimestre.
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