Con este argumento, el magistrado Colin Birss desestimó la acusación de Apple contra su rival coreana por infracción de patentes de su Galaxy Tab 10.1 en Reino Unido, agregando que el dispositivo de Samsung “no tiene la misma sobria y extrema sencillez que cuenta el diseño de Apple”.
Birss también encontró dos rasgos distintivos que diferencian de manera satisfactoria el Galaxy Tab del iPad: el dispositivo de Samsung es más delgado que su rival y la tablet coreana tenía “detalles inusuales” que la otra no tenía.
Estas “particulares” conclusiones del juez fueron complementadas luego que Samsung argumentara que si Apple la acusaba por contar con un diseño similar, debería hacer lo mismo con las “pizarras mágicas”.
Pero para Birss “las restricciones de diseño aplicables a una pizarra son claramente diferentes de las que se aplican a un equipo Tablet”.
Si bien Samsung puede sonreír en Reino Unido por permitirle vender su Galaxy Tab 10.1 a pesar de no ser “cool” para el magistrado de turno, el futuro no se ve tan prometedor en EEUU, ya que la restricción para la llegada de su smartphone Galaxy S3 sigue vigente tras el ataque de Apple.
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