Ayer se conocía de la reunión extraordinaria de la OEA para tomar cartas contra las amenazas que recibió la embajada ecuatoriana de parte del gobierno británico y hoy el mismo Assange se presenta públicamente para seguir incrementado el caudal de este conflicto que todo indica será de largo aliento. Esta vez, el fundador de WikiLeaks hizo un fuerte llamado a los Estados Unidos.
La aparición la hizo desde el balcón de la embajada de Ecuador en el Reino Unido, esa a la cual quisieron entrar a la fuerza si es que no le devolvían a Assange, lugar desde donde alzó un pequeño llamado, junto con hacer una denuncia bastante seria: ya habrían intentado penetrar la embajada mediante las escaleras de incendios del edificio.
Al respecto, Assange expresó que “ si el Reino Unido no ha incumplido los términos de la Convención de Viena, es porque el mundo está mirando”. Pero no sólo se quedó en eso, sino que lo más polémico o comentado en el mundo, fue el hecho de que se dirigiera directamente al presidente Obama de EE.UU., incitándolo a que su país “renuncie a la caza de brujas contra WikiLeaks y contra cualquier medio de comunicación”, sea este el suyo o bien el The New York Times.
Enfatizando, Assange lo invitó a que “Estados Unidos debe prometer que no intentará procesar a nuestro personal ni a nuestro seguidores. Deben comprometerse ante el mundo de no perseguir a los periodistas que sacan a la luz los crímenes secretos de los poderosos”.
En la misma oportunidad, Assange recordó a su familia y al soldado Bradley Manning que lleva 815 días en prisión, indicando que él “es un ejemplo para todos nosotros, un héroe”, reclamando así al mundo la unión en contra de la represión. Finalmente, también hizo presencia el bullado juez Baltasar Garzón, quien desde el exterior de la embajada, declaró que su cliente sí quiere comparecer ante la justicia sueca pero siempre y cuando se le aseguren sus garantías, vale decir, de que no se le extradite a otro país.
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