Una búsqueda extensa está realizando el Grupo Internacional para la Recuperación de Aviones Históricos para poder dar con el aparato piloteado por la célebre Amelia Earhart, luego que investigadores indicaran que podría haber tenido un aterrizaje forzoso en la isla Nikumororo y perder la vida a causa de las fuertes corrientes.
Esto, luego que nueva evidencia fotográfica tiene los exploradores emocionados de que finalmente han encontrado lo que estaban buscando.
Durante mucho tiempo se ha creído que Earhart se estrelló en el océano, tomando su legado y el de su navegante, Fred Noonan, con ella. Pero aquellos que han estudiado el plan de vuelo de Earhart y el área que se creía que había pasado, han indicado que ambos involucrados lograron sobrevivir al accidente y radicarse en la isla durante algún tiempo.
La evidencia encontrada apunta a que dos personas que vivido allí durante un corto período de tiempo y esa parte de la isla no está habitada por humanos.
Los investigadores han encontrado poca evidencia en relación con el avión. Las piezas que se han encontrado están cubiertos en montículos de coral y se necesita un ojo entrenado para detectar en las oscuras profundidades del océano, además que las fuertes corrientes submarinas no han sido “amables” con los restos del Lockheed Electra.
Aún así, la expedición tiene la esperanza de que el vídeo recuperado de su excursión les ayudará a identificar exactamente donde está el avión, poniendo fin a un misterio de 75 años de edad.
“Los primeros informes de los medios de comunicación se apresuraron a juicio al decir que la expedición no encontró nada”, dijo Ric Gillespie, director ejecutivo de TIGHAR.
“Teníamos la esperanza de ver grandes trozos de restos de la aeronave, pero tan pronto como vimos el entorno submarino en Nikumaroro sabíamos que íbamos a estar buscando los restos de un avión que había sido despedazado hace 75 años”, agregó.
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