Gracias al caso que enfrenta a Apple con Samsung conocemos la triste verdad acerca del Galaxy Nexus, ya que tras dos trimestres sólo capturó el 0,5% del mercado siendo optimistas y sus ganancias apenas llegan a los 250 millones de dólares.
Así, las unidades vendidas del dispositivo no superan el millón, en comparación con los 10 millones del Samsung Galaxy S3 y los 5 millones del Galaxy Note.
Pero las débiles ventas del Galaxy Nexus no son un problema para Samsung, tomando en cuenta sus ganancias record del último trimestre y su condición de ser la mayor empresa fabricante de smartphones.
El problema se presenta para Google; el concepto Nexus se refiere a los dispositivos que ofrecen una experiencia Android pura. Aunque la mayoría de los fabricantes de teléfonos Android personalizan con diseños y características únicas y cargan el dispositivo con aplicaciones y servicios diversos, en un dispositivo Nexus la experiencia que Google prevé para Android es exactamente lo que obtienes.
En el pasado, un bajo rendimiento de Nexus no habría importado. Google siempre insistió en que los teléfonos Nexus se dirigían principalmente a los desarrolladores de aplicaciones y se utilizaban como dispositivos para demostrar un nuevo software de Android. Incluso si los teléfonos Nexus no fueran éxitos comerciales, todavía sirve su propósito.
Pero ahora, su propósito ha cambiado, ya que Google ve sus dispositivos Nexus no sólo como herramientas para desarrolladores, sino como una forma de promover su propio contenido y la marca a los consumidores. Si Google quiere que su ecosistema de contenido crezca, necesita recuperar algo de control haciendo que las personas se interesen en los teléfonos Nexus.
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