En el Reino Unido está todo fríamente calculado y no se les escape ningún detalle de logística ni menos de seguridad. Tanto así, que existen una especie de guardias que cazan a los usuarios que hacen el tethering.
A simple reflexión podría parecer ridículo que en los centros deportivos donde se realizan las competencias de los Juegos Olímpicos, no se pueda usar la herramienta de compartir internet de un dispositivo a otro, pero las razones tienen que ver con la seguridad y también con la estabilidad de las transmisiones.
Esta acción la ejecutan unos guardias de rojo que con una especie de flecha del mismo color, ubican la señal que transmite el tethering y una vez que la encuentra la desactivan. Específicamente se trataría de una antena denominada R&SrHE200 y que opera en una frecuencia de 20 Mhz , 3GHz y hasta de 5GHz. Herramienta que permitiría que no se utilizaran redes no autorizadas, ni menos que se lleven a cabo transmisiones televisivas ilegales.
Ahora, otro de los fines es el hecho de que no se produjan interferencias, sobre todo en cuanto al uso de las frecuencias por parte de la Policía, quienes están a cada momento pendiente considerando las amenazas de atentados que se dieron desde que se anunciaron los Juegos para Londres.
Cabe destacar que esta interferencia se produce debido a que todas las conexiones inalámbricas no pueden ser controladas ni monitoreadas, por lo que libres comienzan a retroalimentarser y por consecuencia a interferir cruzadamente.
Finalmente, cabe hacer una aclaración, ya que esto no significa que no se puedan usar los tablets o los smartphones, sino que los usuarios pueden hacer uso del internet pero en el propio dispositivo y no compartir o transformarlo en un punto de anclaje o acceso.
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