Científicos españoles detectaron una correlación entre la actividad física en los hombres y niveles hormonales y de calidad de la esperma que hacen que sea más favorable la reproducción.
Ante el descenso de la calidad del semen que se ha constatado en los últimos 50 años, los autores del trabajo trataron de estudiar posibles relaciones entre la calidad del esperma y los hábitos y formas de vida de los varones.
Así, se buscaron las diferencias en los perfiles hormonales y seminológicos entre hombres físicamente activos y sedentarios.
Para ello, analizaron en 31 hombres parámetros cualitativos como el volumen de eyaculado, el contaje espermático, la movilidad y la morfología de los espermatozoides.
Además, se evaluaron las hormonas foliculoestimulante (FSH), luteinizante (LH), testosterona (T), cortisol (C), y la tasa T/C, que dan información complementaria sobre el ambiente para el proceso de formación del esperma y sobre el estado anabólico o catabólico en el que se encuentra el organismo.
Con esto, se dio como resultado que los sujetos sometidos a actividad física muetran los mejores valores seminológicos. Los datos hormonales apoyan así la hipótesis de un ambiente más favorable para la formación del esperma.
El mismo equipo de investigadores publicó en 2010 un estudio que analizaba los parámetros espermáticos de deportas de élite, los cuales eran peores que los de los hombres físicamente activos, debido a que las cargas tan elevadas de entrenamiento disminuían la calidad seminal.