La red china Sina Weibo presentó su servicio en inglés a tres años de su lanzamiento y luego de que el régimen de Beijing aumentara las medidas para controlar la información que publican sus usuarios.
Con más de 300 millones de internautas, Weibo (“microblog” en mandarín) ha ampliado su proyección y desde esta semana está también disponible en inglés, confirmó la empresa.
“No hay ninguna diferencia entre ambas versiones. El contenido es el mismo”, añadieron las fuentes, si bien confirmaron que los usuarios que abran una cuenta en inglés no tienen que identificarse con su nombre real, tal y como deben hacerlo los que quieran registrarse en la web en mandarín.
Esta medida -que impone a los internautas chinos aportar su carné de identidad o número de teléfono- fue vista por muchos como un ataque a la libertad de expresión en uno de los espacios favoritos de la población china, sobre todo la más joven, para discutir sobre temas de actualidad.
“Con los extranjeros es más difícil, ya que habría que pedirles el pasaporte”, agregaron desde Sina, pero recalcaron que los “contenidos serán los mismos”.
No obstante, los mensajes en inglés también estarán sometidos a las autoridades que controlan lo que se vierte en su versión, mientras la red homóloga occidental está bloqueada en el país asiático y sólo se puede acceder allí a través de conexiones virtuales privadas (VPN), que permiten al internauta navegar como si lo hiciera desde fuera.
El control sobre el microblog ha ido en aumento este año, a raíz de la paralización del servicio de comentarios durante varios días en marzo tras la difusión de rumores sobre disparos en la plaza de Tiananmen y en Zhongnanhai (residencia de los líderes comunistas y sede del Ejecutivo), o la entrada de vehículos militares en Beijing.
El régimen comunista respondió a ello con la detención de seis personas, la clausura de 16 webs y, finalmente, decretando el fin del anonimato de los usuarios de las redes sociales.
Dadas las circunstancias, aunque la expansión de Weibo en inglés elimina la barrera linguística y abre las fronteras de la red china al exterior, todavía está sometida a los criterios “informativos” del régimen comunista, muy susceptible a cualquier comentario de espíritu crítico.