Hace algún tiempo se encontraron importantres restos de un individuo anterior al Neolítico en una cueva ubicada en la Cordillera Cantábrica, el cual fue bautizado como La Braña-1 y mismo que por ende perteneció al Mesolítico, por lo que el científico a cargo, Carles Lalueza Fox- experto en el análisis del genoma ancestral-, decidió estudiarlo con el fin de encontrar rasgos de cómo lucía el europeo hace 7000 años y para eso hacía falta encontrar restos conservados de ADN y lo lograron gracias a que la cueva tenía las condiciones necesarias para la conservación. Así, luego estudiaron la mandíbula de este individuo del Mesolítico, pues era donde mejor conservados se encontraban los restos de ADN y por ende iniciaron la secuenciación, lo que obviamente ha permitido identificar los rasgos físicos de los humanos europeos de aquellos lejanos años, mismos que además sorprenden porque evidencian que no hay mucho parecido con los europeos de hoy. Sí, porque según el análisis de ADN, este individuo europeo de hace 700 años era de tez morena con ojos azules y según los expertos, los cambios tienen que ver con los estilos de vida: la alimentación, el metabolimos, etc.