Un estudio en ratones reveló recientemente que la obesidad afecta la memoria y el aprendizaje, te explicamos cómo.
El estudio por parte de la Universidad de Princeton, publicado el pasado 10 de septiembre en Journal of Neuroscience, detalló que los cerebros de los ratones obesos, tienen células inmunes rebeldes que bloquean las conexiones de las células nerviosas, fundamentales para el aprendizaje y la memoria.
En un mundo donde los cálculos afirman que existen más de 600 millones de personas obesas, este dato es por demás interesante. Ahora los científicos afirman con plena seguridad que la obesidad afecta el aspecto cognitivo del funcionamiento cerebral.
Los ratones engordan tan rápido como los humanos, después de 12 semanas con una dieta alta en grasa, estos roedores habían ganado 40% de peso, por encima de los que tienen dietas convencionales. Al mismo tiempo, la capacidad intelectual de los roedores disminuyó: tuvieron resultados pésimos al intentar escapar de laberintos y recordar la ubicación de un objeto que los ratones con peso normal recuerdan con facilidad.
Por qué disminuye la capacidad intelectual con la obesidad
Bueno, según el experimento con ratones, tiene que ver con las protuberancias microscópicas llamadas espinas dendríticas. Estas, se encargan entre otras cosas de recibir señales, y se comprobó que los ratones obesos tenían menos espinas dendríticas en comparación con los ratones de peso normal. Al existir menos espinas dendríticas en la zona del hipotálamo, las capacidades de aprendizaje y memoria se ven directamente afectadas.
¿Por qué tienen menos espinas dendríticas quienes padecen obesidad?
Porque se destruyen. Células inmunes llamadas microglias abundan en los ratones con obesidad y se encargan de bloquear las conexiones entre células nerviosas.
Así que cuando los investigadores entendieron que la microglia estaba afectando el rendimiento cognitivo de los ratones obesos, intentaron proteger las espinas dendríticas y de inmediato notaron que el aprendizaje y la memoria mejoraron.
Ahora, la clave está en descubrir la manera de proteger las espinas dendríticas en los cerebros de personas obesas, para detener los daños en los procesos cognitivos.
Muchos investigadores anteriormente habían establecido la hipótesis de que la microglia podría estar estrechamente relacionada con las enfermedades cerebrales en general. Pero esta investigación, precisamente, se ha encargado de establecer un vínculo con la obesidad.
Con todo esto, es importante señalar que las personas con obesidad corren mayor riesgo de sufrir enfermedades como el como el Alzheimer o la demencia en general.
La siguiente imagen nos ilustra de una mejor manera. Se trata de una célula nerviosa de parte del hipocampo de un ratón, una estructura cerebral importante para el aprendizaje y la memoria.
Con esta investigación, que por sentado que la obesidad, que afecta a 650 millones de personas en el mundo, no solo desfavorece la salud física, sino también la salud mental. Todo esto debería impulsar más campañas de concientización, al tiempo que se desarrollan investigaciones para detener la microglia.