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Qué hacer si tu teléfono Android no enciende

No importa qué tanto uso le des a tu teléfono inteligente, en algún momento puede sentir la necesidad de tomarse unas vacaciones y dejarte preocupado y deprimido. Y es que la conexión que los seres humanos hemos formado con nuestros móviles o celulares es tan intensa que cuando sentimos que algo va realmente mal con él entramos en colapso, nos preocupamos como si se tratara de un ser vivo o un objeto invaluable.

Ahora, si te preguntas qué hacer si tu teléfono Android no enciende, tranquilo, pues puedes tener una simple solución. Aquí te lo contamos.

Qué hacer si tu teléfono Android no enciende

Si esto no te ha ocurrido, igual toma nota porque te podría pasar. Y si estás desesperado porque ya te ocurrió, descuida porque la verdad es que es un problema mucho más común de lo que pudieras pensar y la mayoría de las veces este problema se resuelve con extrema facilidad.

Sigue leyendo y veamos algunas razones por las que pudiera estar ocurriendo esta falla y hagamos funcionar tu teléfono inteligente nuevamente.

El problema más obvio pero que suele suceder

¿Recuerdas la última vez que cargaste tu móvil? Sí, es en serio, no queremos ofender tus habilidades en cuanto a la manipulación de tu móvil pero suele pasar que algunas personas por descuido dejan que llegue a cero en batería.

Creen que aun tenía carga o que tienen poco de haberlo cargado cuando en realidad no es así y solo necesita que lo enchufes. Si tienes dudas de que esto sea así, ve y ponlo un par de horas a cargar y si aun así no funciona continuaremos con las opciones.

¿El problema del encendido es solo de la pantalla?

Pudiera suceder que te topaste con la famosa pantalla de la muerte. Esta también es una causa muy común con los teléfonos que no encienden pero aquí el problema es aislado y ocurre en la pantalla. Es posible que tu teléfono esté encendido, pero no vez nada en la pantalla, que no quiere responder.

Pues bien, para confirmar esto lo que haremos será oprimir el botón de encendido por un tiempo suficientemente prolongado para obligar al móvil a que se apague por completo y una vez seguros de que está apagado procedemos a encenderlo.

Al encenderlo nuevamente deberíamos oír algún pitido, ver alguna luz o sentir una vibración al arrancar. Si esto ocurre, entonces definitivamente es la pantalla y podría estar ocurriendo ya sea por una pantalla quemada, una pantalla rota o un controlador que no está instalado o que no está funcionando.

Sabemos que si la pantalla esta quemada o está rota no tienes nada más que hacer, sino reemplazarla. Pero en ocasiones ocurre que aun con la pantalla rota el celular resurge de sus propias cenizas como el ave fénix, por eso el primer paso será reestablecer el equipo a su estado de fábrica.

La mayoría de las veces lo consigues oprimiendo el botón de inicio y el volumen bajo.

Si esto no funciona intenta reinstalar el último firmware ya que muchos errores se infiltran con las actualizaciones de firmware, así que un restablecimiento del sistema a los valores de fábrica y luego borrar los cachés después de la actualización podría solucionar todos estos estragos.

Una mala caída

Una caída puede lastimarnos leve o gravemente a nivel físico; si fuéramos robots, nuestros cuerpos serían el hardware y por tanto sería lo que principalmente se dañaría.

Pues bien, pasa lo mismo con los Android, si se caen no le eches la culpa a una mala actualización o la batería, lo más seguro es que algo en el equipo se ha roto y ahora está pasándote la factura de tu descuido. En ese caso tendrás que llevarlo a que lo revisen profesionales.

Un mal chapuzón

A pesar de la gran evolución que han tenido los teléfonos inteligentes en los últimos años, muchos siguen siendo aún muy susceptibles al agua. De hecho, aunque te digan que la soporta sin problema intenta no sumergirlos, esta es una de las causas más comunes en los teléfonos averiados.

Si es este tu caso, no intentes por nada del mundo encender el equipo inmediatamente, pues podrías generarle un corto circuito y hasta ahí llegaría. En lugar de eso, sigue los siguientes pasos:

Batería inflada

Esta razón es muy común también, debemos tener presentes que luego de cierto tiempo las baterías deben ser reemplazadas ya que estas se inflan y pueden incluso tener fugas de energía.

Es necesario que si es este tu caso tomes cartas en el asunto cuanto antes puesto que pueden poner a tu teléfono inteligente en riesgo. La solución evidentemente es comprar una batería nueva.

Un cable dañado

Por último, piensa que el problema podría no tenerlo tu teléfono sino tu adaptador de carga, incluso hasta la toma de corriente. Lo primero sería probar con otra toma obviamente y luego si se mantiene el problema procedemos a reemplazar el cable USB o el adaptador completo. No tenemos por qué culpar al móvil todavía.

Y ya si aun haciendo esto el equipo sigue sin responder, entonces no queda otra opción que adentrarnos en las razones que explicamos al principio.

Si tus problemas no aplican a estas causas, entonces lo mejor será acudir con un profesional.