Se colocará en las montañas de Ngari, a 5.100 metros por encima del nivel del mar, y permitirá llevar a cabo interesantes proyectos de investigación en programas conjuntos de Japón, China y Corea del Sur. Su excelente comunicación y la falta de polución, convierten esta zona del planeta en una de las más idóneas para descifrar los secretos del cielo.
La Región Autónoma del Tíbet podría albergar un nuevo observatorio astronómico internacional. La noticia la ha dado a conocer Yao Yongqiang, jefe dela Red de Observatorios Astronómicos Nacionales de la Academiade Ciencias de China a la agencia de noticias Xinhua tras un análisis exhaustivo de dicho territorio durante dos años.
Y no es que no es para menos, la situación geográfica de esta región del suroeste chino ha sido desde siempre una de las más codiciadas por los científicos del planeta ya que está rodeada de las cordilleras de mayor altitud dela Tierra- las mesetas Qinghai-Tíbet y Pamirsen, en la región autónoma de Xinjiang-, idónea para observar más de cerca el espacio.
Todo parece apuntar que esto podrá ser posible gracias a una serie de telescopios de gran escala que aportarán en igual medida la propia China, Japón y Corea del Sur en programas de investigación conjuntos que podrían sentar precedentes en el campo de la ciencia.
Considerada como una perfecta ubicación desde hace cientos de años
El lugar exacto elegido no será otro que las montañas de Ngari, cercanas del distrito de Shiquanhe, a un altura de cinco mil cien metros por encima del nivel del mar. Esta zona se caracteriza por ser de las mejor comunicadas para el desplazamiento del personal investigador y por poseer una elevada transparencia en el color del cielo, dada las bajísimas cotas de polución y nubes existentes en la zona.
De llevarse a cabo finalmente esta misión internacional en el Tibet, el centro de Ngari podrá observar ciertos cuerpos celestiales de manera constante, el movimiento de las estrellas y los planetas. Además ayudará al estudio científico mediante investigaciones reveladoras sobre la ciencia planetaria, la formación de los astros y los brotes de rayos gamma, entre otros, tal y como ha declarado el propio Yongqiang.
En el Tíbet, donde también se encuentra el pico más alto del mundo, el monte Everest (8.848 m) haciendo frontera con Nepal, es desde tiempos remotos un sitio predilecto para los astrónomos. En el siglo XIII, el emperador del antiguo reino de Yuyuhun, quien gobernó la región entre 481 y 490 d. C., ya construyó un observatorio en Haixi, en la provincia vecina de Qinghai.
Fuente: UNAM