Reino Unido planea instalar grandes molinos submarinos para aprovechar la energía que se puede generar a partir de la fuerza de las corrientes marinas. La idea –que emula lo realizado por las aspas que producen energía eólica- parece simple, pero tiene grandes dificultades que pueden entorpecer o retrasar su construcción.
Los molinos son de 30 metros de altura y serán ubicados en las profundidades del mar, sin llegar a ser vistos desde la superficie.
El lugar escogido para realizar las primeras instalaciones y las primeras pruebas es Escocia, donde confluyen varias de las corrientes oceánicas más poderosas del mundo, y donde ya se encuentra funcionando la primera turbina submarina, específicamente en la isla de Eday, abasteciendo a gran parte de los hogares y locales comerciales de la pequeña isla.
Al respecto, un miembro del Instituto de Investigación de Energías Renovables en Escocia, Keith Anderson, explicó que “el comportamiento del primer aparato nos ha dado confianza”, agregando que “los ingenieros fueron capaces de instalar el dispositivo en condiciones climáticas atroces, y ha estado operativo a un nivel muy alto desde entonces”.
El reto más complejo que conlleva la puesta en marcha de los molinos es el clima. Se hace muy complicado llevar tantas embarcaciones para instalar, por ejemplo, centros de turbinas submarinas con gran cantidad de molinos, ya que las condiciones climáticas no son las mejores y tampoco son tan predecibles. Esto contrasta con las mareas, ya que pueden ser estudiadas y proyectadas incluso con décadas de anticipación.
Los encargados de la iniciativa planean instalar diez turbinas durante el próximo año en la localidad de Islay, para luego instalar 100 más en el área de Pentland Firth. Los terrenos de instalación ya han sido reservados y hay grandes compañías interesadas en financiar este tipo de proyectos, como Rolls Royce y Kawasaki Heavy Industries.