La sonda espacial, lanzada en el año 1997 producto de un acuerdo entre la NASA, ESA y ASI, logró ubicar un lago de metano en la región tropical de la luna más grande de Saturno, Titán.
El descubrimiento, ubicado en la cara oscura del satélite natural, representa un inusual hallazgo, ya que se pensaba que sólo era posible encontrar este tipo de cuencas en las regiones polares del cuerpo celeste.
En un comunicado publicado en el sitio web de la NASA, la agencia anunció el hallazgo, que contempla una serie de lagos en la región tropical de Titán. El más grande de ellos tiene una extensión equivalente a la mitad del Gran Lago salado del estado de Utah, en Estados Unidos, es decir, unos 2.000 kilómetros cuadrados, y una profundidad cercana a un metro.
La inusual ubicación de las cuencas sugiere la posibilidad de que existan fuentes líquidas subterráneas. “Se baraja la posibilidad de que exista un acuífero subterráneo”, apuntó Caitlin Griffith, autora de un estudio referente al mismo tema que será publicado en la revista Nature, quien además agregó que la mayor luna de Saturno, Titán, “podría tener oasis”.
La existencia de los depósitos subterráneos podría aclarar también la incógnita que envuelve la continua “desaparición” del metano de la superficie del cuerpo, ya que habitualmente el elemento se agota, lo que desconcertaba a los científicos al no encontrar la razón aparente de esa situación.
El metano es muy relevante en Titán, ya que, según la propia investigadora Caitlin Griffith, “es un progenitor de la química orgánica de Titán, lo que probablemente produce moléculas interesantes como los aminoácidos, los bloques con que la vida se construye”, concluyó la autora.
Revisa el documento de la nasa aquí.