Para la Conferencia Episcopal de España el hecho que la nueva partícula consistente con el bosón de Higgs encontrada por el CERN sea denominada la “partícula de Dios” muestra que “cuando el ser humano busca el origen de las cosas no puede menos que hablar de Dios”.
Para el portavoz del organismo Juan Antonio Martínez Camino, “llama la atención que, al menos en el lenguaje divulgativo, físicos y cosmólogos hablen mucho de Dios, pero nos viene bien que se hable de Dios, del origen del porqué existe algo”.
“Esto, ya que la física nunca podrá dar respuesta del todo y no tiene medios específicos para escuchar a Dios”, agregó.
Según Martínez Carmino, la física solo puede dar respuestas sobre “lo que se puede pedir y pesar y el amor no es algo que se pueda medir y pesar”.
“Y el amor infinito del que todo procede tampoco es objeto de la física, sin embargo esa es la razón de que existe algo. Dios es amor y ha sacado de la nada todas las cosas”, sentenció.
El origen del término “partícula de Dios” fue acuñado por el premio Nobel de Física Leon Lederman quien escribió en 1993 el libro “La partícula divina. Si el universo es la respuesta, ¿cuál es la pregunta?”.
Sin embargo, tiempo después Lederman explicó que fue su editor quien nombró la búsqueda del bosón de Higgs como la “partícula de Dios” e incluso el físico bromeó diciendo que le hubiera puesto la “partícula maldita”, dado el costo monetario involucrado en el proceso.
¿Partícula de Dios?
Sólo la Iglesia tiene el derecho de identificar aspectos de la Física con Nuestro Creador. El descubrimiento es importante, pero al mismo tiempo sus contenidos científicos son volátiles en igual forma que el bosón, que es propenso a lo más efímero de la realidad.
Por supuesto que es importante el estudio relacionado con este descubrimiento y posiblemente derive en nuevos descubrimientos que ayuden a la humanidad a encontrar nuevas formas de enfrentar los males que nosotros mismos le hemos hecho a la Naturaleza, incluyendo en ésta a nosotros mismos en lo físico, intelectual, social, ético y estético.