Un grupo de investigadores del Instituto Italiano de Tecnología, utilizando un microscopio electrónico, lograron fotografiar por primera vez el modelo de doble hélice del ADN.
Así, se consiguieron imágenes que logran capturar las cadenas que estructuran el ADN. Para ello, colocaron hilos de material genético en una solución diluida, para luego ubicarlos en una cama de pilares de silicio nanoscópico.
Estos pilares repelen el agua y hacen que la humedad se evaporara, haciendo que las hebras de ADN se estiraran y quedaran al descubierto en forma nítida.
La cama de silicio tenía diminutos agujeros en la base de los pilares a través de los cuales el brillo de haces de electrones permitían conseguir una imagen en alta resolución del material genético.
En 1953 se utilizó una técnica llamada cristalografía de rayos X, la cual funcionaba al dispersar rayos X en matrices cristalizadas de ADN, con el cual se formó un patrón sobre una película fotográfica que fue interpretada con matemáticas.
Esta técnica, sin embargo, sólo funciona con ciertas cadenas de material genético, que tienen un arreglo específico, para que resistan la alta energía de los electrones, los cuales son lo suficientemente fuertes como para romper la molécula de ADN.
“Con la mejor preparación de muestras y una mejor resolución de imágenes, podemos observar directamente el ADN a nivel de bases individuales”, comentó Enzo di Fabrizio, quien participó en el estudio.