Un estudio clínico realicado por “Archives of Neurology” apunta que ejercicios que incluyan el correr, estiramiento y resistencia ayudan a mejorar la fuerza muscular y el condición de los pacientes con Parkinson.
Lisa M. Shulman, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland y sus colegas realizaron un ensayo clínico aleatorizado de tres tipos de ejercicio físico para comparar la eficacia de la cinta de correr, el estiramiento y los ejercicios de resistencia a la hora de mejorar la velocidad de la marcha, la fuerza y la condición física de estos pacientes.
El estudio incluyó a 67 enfermos de Parkinson que tenían alteración de la marcha y realizaron los ejercicios tres veces por semana durante tres meses: un ejercicio de intensidad en la cinta, otro de menor intensidad y estiramientos y ejercicios de resistencia. Los tres tipos de ejercicio mejoraron la distancia que recorren estos pacientes durante seis minutos.
“El hecho de que el ejercicio de baja intensidad es el ejercicio más factible para la mayoría de los pacientes con Parkinson tiene importantes implicaciones para la práctica clínica. Aunque la cinta de correr y el entrenamiento de resistencia son beneficiosos para la marcha, la aptitud y la fuerza muscular, estos beneficios no fueron acompañadas por mejoras en la discapacidad y calidad de vida”, concluyen los autores.