Uno de los principales retos que se lleva el perro de la casa, es cuando este ha dado vuelta la basura o está a punto de hacerlo. Una conducta que es reprochable pero que encierra quizás las verdadera historia de cómo el lobo llegó a transformarse en perro.
Es que según la publicación de la revista Nature – investigación realizada por investigadores estadounideneses-, la teoría de que la relación entre el hombre y el perro comenzó cuando utilizaban a los lobos como animales de compañía para la caza, podría no ser la única.
Sí, porque ahora la investigación sugiere que los lobos en tiempos donde la comida no estaba a su alcance, se veía en la obligación de acercarse a los pueblos en busca de comida, siendo los tarros de basura los elementos más accesibles para que ellos consiguieran alimento al darlos vuelta.
Entonces y como suele suceder, esta conducta cada vez se hizo más común; o sea, los lobos comenzaron a merodear frecuentemente los pueblos en busca de los basureros, lo que terminó en familiarizar su presencia ante los humanos, quienes a su vez también se acostumbraron a ellos.
Específicamente, “cuando nos volvimos sedentarios y dependientes de la agricultura, creamos depósitos de desechos alrededor de nuestros asentamientos, los cuales pronto se convirtieron en fuente de alimentación de muchos lobos. Estos lobos son los ancestros de los perros modernos”.
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