Ya no se trata sólo de los pollos, las vacas, los chanchos y todos los demás animales que se faenan, pues una investigación acaba de descubrir que los cangrejos, por ejemplo, evitan sentir dolor a toda costa, paradojalmente.
Pareciera que porque no son alimentos cotidianos, se tiene menos conocimiento acerca de ellos. Es más, es muy posible que ninguno de los amantes de los productos del mar, reflexione sobre si estas especies que llegan a su plato sufren o no al ser sacrificadas.
Pero sí lo hacen y así lo demostró un estudio publicado en la revista Journal of Experimental Biology, el cual reveló que un cangrejo responde ante las descargas eléctricas y evita todo lo que puede ser sometido a éstas.
El descubrimiento se logró luego de que noventa cangrejos fueron situados de forma individual en espacios iluminados, pero con la opción de arrancarse a otros dos refugios completamente oscuros.
Los que se escondieron en la oscuridad recibieron descargas eléctricas y volvieron al espacio de luz, sin embargo también regresaban inmediatamente a la oscuridad, siendo sometidos nuevamente a descargas eléctricas que esta vez causaron un comportamiento distinto.
Sí, porque ya con la segunda descarga en sus cuerpos de crustáceos, los cangrejos decidieron no entrar más en los refugios oscuros donde sufrían, por lo que se cree, dolor. Decisión que además es importante, porque estando en el espacio luminoso, se arriesgan a otros peligros, mas no quisieron volver a las cavidades anteriores.
Para los científicos, por supuesto, esto es más que una simple reacción, por lo que recomiendan que la industria de la acuicultura también debe considerar esta nueva variable, revisando así la forma en cómo tratan a los animales.
Más información en la BBC.