Las inyecciones son dolorosas incluso para los más valientes, por lo que un avance como este pondrá contento a todo el mundo y no sólo a los bebés con pataletas al momento de recibir las vacunas, por ejemplo.
Es que los investigadores ya está probando un nuevo método que se basa en la utilización de parches adhesivos llenos de microagujas que penetrarán en la piel del paciente, un sistema que incluso podría ser usado para la administración de vacunas de ADN.
Específicamente, lo que hace este parche adhesivo es parecido a lo que ocurre con un tatuaje, ya que este está hecho de polímeros que se incrustan en la piel.
Además esta microaguja sólo afecta la capa más superficial de la piel- un milímetro-, por lo que no toma las terminaciones nerviosas y tampoco los vasos sanguíneos, de modo que no producen el dolor de las actuales agujas hipodérmicas.
Ahora, una vez debajo de la piel, estas películas de polímero se degradadn a medida que entran en contacto con el agua, liberando la vacuna durante días o semanas.
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