Los científicos acaban de lanzar una teoría sobre la evolución del ser humano que es bastante controvertido y novedosa por lo demás, ya que sugiere que nuestros antepasados humanos más temprano, fueron una especie de simios anfibios.
Es decir, se trata de la teoría del simio acuático, cuyos partidarios sugieren que los monos en primera instancia salieron del agua, momento en que comenzaron a perder piel y a caminar erguidos como adaptación. Además, plantean que la laringe de humanos es descendida, lo que es común en animales acuáticos.
Ahora, específicamente, la teoría sugiere que los monos bajaron de los árboles para vivir en arroyos ricos en alimentos, pero que en este intento de estar en el agua, desarrollaron la capacidad de estar erguidos con el fin de mantener la cabeza fuera del agua, desarrollando además la grasa necesaria para mantener el calor corporal mientras estaban en el agua.
Además, lo anterior implica también el desarrollo de cerebros más grandes, pues segçun Rhys Evans, experto en fisiología del Royal Marsden Hospital de Londres, “el espacio del cráneo entre las mejillas, la nariz y la frente, es muy amplia, lo que se produjo como resultado del esfuerzo por mantener la cabeza fuera del agua.
Finalmente, cabe destacar que la teoría está siendo estudiada por los expertos para dar más argumentos en contra o a favor de estos nuevos y extraños postulados sobre la evolución del ser humano.
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Esta teoría ya la publicó Desmond Morris en su libro El Mono Desnudo a mediados de 1970.