¿Sabías que el cerebro humano realmente debe esforzarse para no caer en la pereza? un estudio encabezado por el neurocientífico Matthieu Boisgontier determinó que de hecho, nuestros cerebros están programados para la pereza.
A menudo, es muy común oír,ver y leer mensajes que nos incentivan a hacer más actividad física. Pero, alternativamente, con el pasar del tiempo solo nos estamos volviendo más sedentarios. Socialmente, la pereza parece ser algo difícil de erradicar.
Pero ¿qué dice la neurociencia al respecto?
No queremos escudarnos en esto, pero el estudio afirma que nuestro cerebro prefiere que estemos echados todo el día en el sofá, en lugar de que salgamos a correr.
La paradoja del ejercicio
Los investigadores han llamado “la paradoja del ejercicio”, al hecho de que las sociedades, mientras más procuran una vida activa y llena de ejercicio, más sedentarias viven. Por fortuna, ya existe una respuesta concreta para esto.
Datos de la Universidad de Columbia Británica
Investigadores de la Universidad de Columbia Británica, bajo el liderazgo de Boisgontier examinaron a un gran grupo de personas a través de sus reacciones a un grupo de imágenes.
Los dibujos mostraban escenas de actividad física y actividades de relajación. En ese orden, descubrieron que la actividad cerebral difería dependiendo el tipo de imagen.
Los investigadores reclutaron adultos jóvenes, los sentaron frente a una computadora y les dieron el control de un avatar en la pantalla. Luego, fueron mostrando una a una las imágenes de actividad e inactividad física.
La tarea para los sujetos era agrupar las imágenes de actividad física hacia un lado, y las de inactividad física hacia otro.
Mientras hacían esto, los electrodos revelaron que los cerebros debían trabajar más duro cuando se trataba de identificar y agrupar las imágenes de actividad física.
Mientras que, con las imágenes de inactividad física funcionaban más lento pero con menos esfuerzo.
“Sabíamos por estudios previos que las personas son más rápidas para evitar comportamientos sedentarios y avanzar hacia conductas activas. La novedad emocionante de nuestro estudio es que muestra que evitar la inactividad física con mayor rapidez tiene un costo: un mayor gasto de recursos del cerebro”.
Por qué nuestros cerebros están programados para la pereza
El neurocientífico y postdoctoral en el laboratorio de comportamiento cerebral de la UBC en el departamento de terapia física, a cargo de la investigación lo explica de la siguiente manera:
“La conservación de la energía ha sido esencial para la supervivencia de los humanos, ya que nos permitió ser más eficientes en la búsqueda de alimentos y refugio, competir por parejas sexuales y huir de depredadores. El fracaso de las políticas públicas para contrarrestar la pandemia de inactividad física puede deberse a procesos cerebrales que se han desarrollado y reforzado a lo largo de la evolución”.
Esa es la razón por la que nuestros cerebros se sienten atraídos por conductas sedentarias. Pero ¿Se pueden entrenar nuestros cerebros? Boisgontier cree que reconocer el problema es el primer paso. Sin embargo, al ser una respuesta automática (la pereza) es muy difícil de inhibir.
Referencias: Journal