Mercurio es uno de los planetas que conforman nuestro sistema solar. Este planeta es el más próximo al sol y al igual que Venus carece de satélites naturales. De tamaño es también el más pequeño y evidentemente por estar tan cerca del sol es el segundo más caliente siendo superado por Venus.
Un día en la superficie de mercurio puede durar 1347 horas, o para ser más claros, el día en mercurio representa 58 días y quince minutos terrestres. Uno podría pensar que un planeta tan desafiante como este no tendría nada que proporcionarnos, sin embargo, un grupo de astrónomos descubrieron un núcleo sólido gigante en Mercurio.
Descubren un núcleo sólido gigante en Mercurio
En su último viaje alrededor de Mercurio y antes del aterrizaje forzoso en 2015, la misión MESSENGER de la NASA se acercó al planeta, permitiendo a los científicos realizar mediciones detalladas de su gravedad, giro y estructura interna. Estos datos, según informan los investigadores, sugieren que Mercurio tiene un núcleo interno sólido de aproximadamente 2,000 kilómetros de diámetro, que representa aproximadamente la mitad de todo el núcleo del planeta.
Sin embargo, los científicos ya sabían que el núcleo de Mercurio era enorme, ocupando aproximadamente el 85% del planeta. En 2007, las observaciones de radar realizadas desde la Tierra detectaron pequeñas oscilaciones en la velocidad de giro de Mercurio que sugirieron que el núcleo era al menos parcialmente líquido. Luego, los datos de MESSENGER revelaron que el planeta tiene un campo magnético débil generado por la circulación de metal fundido en ese núcleo líquido. Pero no estaba claro si Mercurio, como la Tierra, también tiene un núcleo interno sólido.
Para estudiar la estructura interior del planeta, MESSENGER midió la distribución de la masa de Mercurio mediante el seguimiento de pequeños cambios en la velocidad de la órbita de la nave espacial causada por variaciones sutiles en la atracción gravitacional.
Usando esos datos, los científicos pudieron estimar qué tipo de composición interior explicaría mejor la manera en la que Mercurio gira.
Las mediciones de las anomalías de la gravedad dentro de Mercurio sugieren que el núcleo interno sólido del planeta constituye aproximadamente la mitad del núcleo total. Todo el núcleo es alrededor del 85% del planeta.
De los planetas rocosos que existen en nuestro sistema solar, solo la Tierra y Mercurio todavía tienen campos magnéticos generados por sus núcleos. Estos campos pueden proteger de forma eficiente a los planetas de ser golpeados por partículas cargadas que fluyen constantemente desde el sol.
Pero el núcleo de Mercurio se está enfriando y solidificando más rápido que el de la Tierra. El sólido núcleo interno de la Tierra actualmente representa solo alrededor de un tercio del núcleo total.
De modo que observar cómo evoluciona el interior de Mercurio, y cómo se ajusta su campo magnético, puede darnos un mejor vistazo una mejor impresión al futuro del campo magnético de nuestro propio planeta, o al menos así lo han dicho los investigadores.