Los estadounidenses lloran la muerte de uno de los personajes fundamentales de su historia, el primer hombre que llegó a la Luna, y que a pesar de su hazaña, siguió manteniendo un bajo perfil frente a la fama que solo sirvió para acrecentar su leyenda.
Y es que para Barack Obama la figura de Neil Armstrong representa “el mayor héroe que ha dado Estados Unidos, y no solo de su tiempo, sino de todos los tiempos. Cuando se subió al Apolo 11 en 1969, él y su tripulación llevaban consigo las aspiraciones de toda la nación”.
“Ellos [la tripulación del Apolo 11] mostraron al mundo entero que el espíritu americano puede ver más allá de lo que parece inimaginable, que con el esfuerzo y la ingenuidad necesaria todo es posible”, agregó.
Según Obama, “el espíritu de descubrimiento de Neil vive en todos los hombres y mujeres que han dedicado sus vidas a explorar lo desconocido”, declaró Obama. “Ese legado persistirá siempre, provocado por un hombre que nos enseño el enorme poder de un pequeño paso”, finalizó el presidente.
La noticia de su muerte a los 82 años como consecuencia de complicaciones tras una operación de corazón efectuada a principios de mes provocó una avalancha de respuestas en las redes sociales y comunicados de otros astronautas, figuras públicas, científicos y soñadores de todo el mundo.
Buzz Aldrin y Michael Collins, compañeros de Armstrong en la histórica misión que llevó un hombre a la Luna el 20 de julio de 1969, rindieron tributo al talento y logros del hombre que cambió la historia de la NASA para siempre.
“Siempre que miro a la Luna, me recuerda el momento, más de cuatro décadas atrás, cuando me di cuenta de que aun cuando nosotros estábamos más lejos de la Tierra de lo que los humanos jamás habían estado, no estábamos solos”, señaló Aldrin a través de un comunicado.
“Virtualmente, el mundo entero vivió aquella memorable jornada con nosotros. Yo sé que millones de personas comparten conmigo el luto por el fallecimiento de un verdadero héroe estadounidense y el mejor piloto que jamás haya conocido”, agregó el segundo astronauta en pisar la Luna tras Armstrong.
Aldrin se mostró frustrado porque la muerte hubiera cambiado sus planes, ya que tenía la esperanza de que los tres compañeros hubieran vivido para haberse reunido en el año 2019 y celebrar así el 50° aniversario del viaje del Apolo 11.
“Lamentablemente, ello no sucederá. Pero, sin duda, Neil estará allí en espíritu”, finalizó.