En 1982, el galardonado cantante estadounidense Billy Joel tuvo el privilegio de ser el primer artista en lanzar un álbum en CD, “52nd Street”, lo que marcó la presentación mundial de uno de los mayores adelantos vistos en la historia de la música.
Este formato surgió como un proyecto de la empresa Philips en 1974, donde la premisa era desarrollar un disco óptico de audio con calidad de sonido superior al formato vinilo titular.
En 1977, la compañía estableció un laboratorio con la única misión de construir CDs y reproductores, eligiendo el nombre de “Compact Disc”, para seguir con la línea seguida por el “Compact Cassette”.
Al mismo tiempo e independientemente, Sony también había estado trabajando en un CD, primero haciendo una demostración de sus esfuerzos en septiembre de 1976. Sin embargo, Sony y Phillips eventualmente se asociarían para el lanzamiento comercial en 1982, que vio al CD con su actual diámetro de 12 centímetros. Y el resto, como dicen, es historia.
¿Qué depara el futuro para los CDs? Bueno, están en retirada si hacemos oído a las últimas estadísticas. Por ejemplo, en el Reino Unido el año pasado, las ventas de CD cayeron un 13%, con 86,2 millones unidades. Y una historia similar se vio en EEUU, con un descenso del 6%.
Sin embargo, las ventas de vinilos se dispararon con 3,9 millones de discos vendidos en EE.UU., frente a los 2,8 millones del año anterior.
Así que … ¿Puede el humilde CD seguir el camino del vinilo y defenderse de iTunes, Last.fms y Spotify ?
Teniendo en cuenta que la calidad de un CD puede ser reproducido en un formato no-físico, no hay ninguna razón para que pueda sobrevivir otros 30 años, y parece probable que otro cambio generacional será suficiente para relegarlo a los libros de historia.
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