Una nueva aplicación llamada iHeal pretende revolucionar la prevención y tratamiento del abuso de drogas y el estrés post-traumático. La aplicación combina la potencia de procesamiento y la conectividad de un smartphone con un biosensor inalámbrico en la muñeca del paciente para detectar cuando un paciente está estresado y tiene riesgo de recaídas.
La configuración es bastante simple: El paciente lleva una pulsera que mide el movimiento del cuerpo, la frecuencia cardiaca, temperatura de la piel, y la actividad eléctrica. La pulsera se conecta a un teléfono inteligente a través de Bluetooth, donde una aplicación para Android analiza los datos. Si la aplicación detecta un aumento en el estrés o el nivel de excitación, suena una alarma y pide al usuario introducir su nivel percibido de estrés, lo que está haciendo, y sus ansias de drogas.
Por el momento, el desarrollador del iHeal, Edward Boyer de la Universidad de Massachusetts, se limita a la recopilación de datos. En una versión posterior del software IHEAL, estos datos serán utilizados para entregar “intervenciones personalizadas y multimedia de prevención de drogas, precisamente en el momento de mayor necesidad”, presumiblemente en forma de vídeos grabados por amigos y familiares diciendo: “Te amo” , “piensa en los niños”, y cosas similares.
Este estudio preliminar se centró también en la intimidad y los aspectos éticos de tal sistema. Boyer señala que el estigma de llevar una pulsera visible, no es muy bueno para la recuperación de adictos a las drogas, y que un reloj de pulsera con sensores o tobillera podría ser una mejor idea. La conexión Bluetooth entre el sensor y el teléfono también debe ser adecuadamente segura. Para este fin, se utilizará una señal de baja potencia que sólo pueden desplazarse unos pocos metros con una pulsera que no sea detectable.