Decir que son los mejores amigos del hombre es cliché pero no por eso menos cierto y por tal razón resulta evidente que se tengan que hacer estudios sobre qué o cómo piensan los perros, esos fieles compañeros con los que el ser humano interactúa a diario y casi como si fuera un par, porque pareciera que son más inteligente de lo que siempre se dice.
Tal vez muchas personas más de alguna vez le han preguntado a su perro en tono de broma y hasta en serio, que qué es lo que quieren, diciéndoles que no los entienden y que por qué mejor no hablan, pero como esto nunca sucederá o al menos no directamente – creencia actual-, los encargados de hacerlo fueron los investigadores de la Universidad Emory en Atlanta, Estados Unidos, quienes sometieron al can a una resonancia magnética para saber qué es lo que realmente están entendiendo.
Para ello, realizaron estas imágenes en regiones cerebrales específicas para ver cómo reaccionaban luego de someterse a diversas actividades o estímulos específicos, proceso que cabe destacar, fue sometido a la aprobación de un comité de cuidado y ética animal de la misma entidad académica. Así, en esta primera etapa de la investigación, participaron los ejemplares Callie y McKenzie, quienes fueron entrenados para saltar y entrar al tomógrafo de forma voluntaria.
Al respecto, uno de los investigadores comprometidos en el proyecto, el Dr. Gregory Berns, indicó que “hasta donde sabemos, nadie había logrado hacer esto y esperamos que la metodología abra todo un nuevo capítulo en las investigaciones sobre la cognición de los perros y su relación con los seres humanos, desde una perspectiva canina”.
Resultados
Como el estudio es pionero, los resultados también son de primera instancia, pero estos igualmente se consideran un logro si se toma en cuenta desde dónde provino la idea de hacer este proyecto realidad. Sí, porque fue el mismo Berns quien vio la posibilidad al observar cómo algunos perros fueron partícipes de las operaciones que terminaron con la vida de Osama Bin Laden, ocasión en la que estos saltaban incluso de aviones. Un entrenamiento arduo que lo llevó a pensar que si hacían eso también podían ser amaestrados para quedarse quietos en el tomógrafo.
Así, luego de meses de preparación, “los resultados muestran que los perros prestan mucha atención a las señales humanas” cuando están despiertos y sin ningún tipo de sedación. De esta forma, ahora queda esperar qué dirán los pasos siguientes, los cuales pretenden responder otras inquietudes sobre esta interacción humano-canina e ir mucho más allá, tratando de descubrir el cómo efectivamente ven los perros a los seres humanos, respuestas que ya se pueden desprender en la publicación oficial en la revista científica PloS ONE.
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