En el marco de los avanzados estudios que está llevando a cabo la NASA sobre la luna y su estructura interna, la agencia espacial estadounidense anunció que GRAIL, una misión no tripulada dedicada al análisis lunar desde la corteza hasta el núcleo, concluyó sus primeras labores.
Ochenta y nueve días bastaron para que Grail analizara la superficie de la Luna y su estructura interna, con el fin de entregar la información necesaria a los científicos de la NASA para elaborar un mapa de alta resolución de todo el campo gravitatorio del satélite.
Desde el día 8 de marzo la misión orbitó alrededor de la Luna con una trayectoria que incluía los polos del astro, logrando cubrir la superficie lunar en tres ocasiones.
La misión Grail –cuyo nombre proviene de la sigla de Gravity Recovery and Interior Laboratory- está compuesta por dos sondas gemelas: Ebb y Flow, que cuentan con un instrumento llamado Lunar Gravity Ranging System, encargado de enviar señales de radio desde el espacio a la Tierra, para la elaboración del mapa gravitacional.
Ahora que concluyeron su primera labor, permanecerán apagadas hasta el 30 de agosto, para luego iniciar la segunda fase que consiste en orbitar al satélite a menos altura –un promedio de 23.000 metros de la superficie-, con la finalidad de observar más de cerca el comportamiento gravitatorio del satélite.
Una de las dificultades que tendrán que enfrentar las sondas EBB y Flow será el eclipse lunar, ya que se calcula que haya drásticos cambios de temperatura que podrían poner en riesgo la misión, pero, según indica el comunicado, esta situación estaba prevista, por lo que se estima que la operatividad de las aeronaves no se vea comprometida.
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