Ya no saldrá de un animal si no de un laboratorio. Conservará el sabor, la forma y la textura de las hamburguesas tradicionales pero se manipulará dotándola de propiedades que favorezcan al ser humano. Ayudará al medio ambiente y pretende ayudar a la creciente demanda mundial de carne por parte de la población.
Sergio Delgado.- Parecía cosa del más lejano futuro pero la realidad es otra. Muy pronto una revolución en el campo de la ciencia podría modificar la cría de ganado y la alimentación en todo el mundo e incluso beneficiar al medio ambiente. Este otoño llegará la primera carne artificial, creada en un laboratorio con células de madre de vaca.
La noticia se ha hecho pública en Vancouver (Canadá) durante la celebración dela ConferenciaAnualdela AsociaciónAmericanapara el Avance dela Ciencia(AAAS) por parte de Mark Post, médico y jefe del departamento de fisiología en la Universidadde Maastricht (Holanda).
Sin embargo el experimento, de momento, no estará en las estanterías de cualquier supermercado. Producir las primeras remesas asciende a un total de 250.000 euros, una elevada cantidad que se espera abaratar cuando su producción se vaya generalizando.
El fondo para llevar a cabo este proyecto experimental ha sido aportado por un donante anónimo y rico concienciado, según el propio Post, en “ver disminuir el número de animales de granja sacrificados por su carne y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero resultantes del ganado”.
Esta carne no solo disminuiría el sacrificio de animales si no que ayudaría al medio ambiente. Una ganadería cualquiera contribuye al calentamiento global con la emisión de metano, un gas de efecto invernadero veinte veces más potente que el dióxido de carbono (CO2).
Para la primera “hamburguesa” se han utilizado células de músculo cultivadas en suero fetal bovino. Post ha indicado que el sabor de la misma así como su textura será igual que las que se conocen hoy en día y que la tecnología del producto está bien controlada.
El objetivo es crear una carne similar a la habitual para hacer cambiar el hábito de la gente, además de potenciar ciertas cualidades de la misma que favorezcan la salud de la persona como el contenido en Omega 3. Además ha recordado que el consumo de este producto se duplicará para el año 2050 para poder así satisfacer la demanda mundial y que este experimento podría ayudar a cubrirla.
Este proyecto, que lleva gestándose desde hace seis años, espera poder llegar a todo el mundo en un periodo de entre diez y veinte años.
Fuente: meatinfo