El tratamiento con haces de protones trabaja de forma muy similar al tratamiento realizado por radiación, siendo usado de forma regular por muchos médicos desde los 90. La diferencia, es que la terapia en base a haces de protones es más precisa e incluso causa menos daño a los tejidos vecinos. El problema es que para generar un haz de protones se requiere contar con un acelerador de partículas y un lugar apropiado para su instalación, con dimensiones comparables al del hangar de un avión.
El problema del tamaño de estos aceleradores de partículas hace difícil y costoso realizar este tipo de tratamientos, notando que sólo existen 37 lugares en todo el mundo que permiten tratar a los pacientes con cáncer con este método, de los cuales hay 10 están en los Estados Unidos. Actualmente sólo es posible tratar a un 5% de todos los pacientes afectados.
Es por eso que los científicos de la ‘Compact Particle Acceleration Corporation’ se encuentran desarrollando un acelerador de partículas de alrededor de unos 4 metros de largo, que costaría unos 30 millones de dólares. El equipo explica que la mayoría de los aceleradores utilizan grandes imanes para generar el campo electromagnético necesario para empujar las partículas cargadas, requiriendo protecciones de concreto de unos 3 metros de espesor y circuitería pesada, mientras que el prototipo en cuestión crea el campo electromagnético a partir de líneas eléctricas, que no necesitan de blindaje excesivo.
En cuanto al detalle de los componentes presentes en este pequeño acelerador de partículas, se contempla una silla robótica, para mover al paciente con mayor facilidad (ya que es más simple que mover el acelerador de partículas). Así, con el paciente amarrado a esta silla, se puede dirigir el haz de protones hacia el tumor desde diferentes ángulos.
Este nuevo acelerador estaría disponible de forma comercial tan luego como sea posible, pero se prevee tentativamente que podría estar listo para su producción en el 2015.
Vía PopSci