El responsable de la misión, Edward Stone, indicó que no saben con exactitud si la sonda llegó al espacio interestelar o a una “nueva estructura” desconocida.

“Queremos ser muy cautos. Creemos que en las próximas semanas, probablemente en diciembre, podremos decir si estamos fuera (del Sistema Solar) o dentro, pero en todo caso en una región bien conectada al exterior”, sostuvo el científico.

Para poder dar una respuesta exacta, los científicos a cargo de Voyager 1 debe seguir midiendo la dirección del campo magnético, que varía dependiendo de la ubicación, fuera o dentro del Sistema Solar, de la sonda.

La Voyager 1 fue lanzada en septiembre de 1977 y es la misión espacial que más tiempo ha conseguido mantenerse activa y que más lejos ha logrado llegar, ubicándose actualmente a una distancia de 18 mil 200 millones de kilómetros del Sol.

Antes de dirigirse hacia el espacio interestelar, la sonda pasó por Júpiter (1979) y Saturno (1980), dos planetas sobre los que aportó información nueva y valiosa, como el descubrimiento del primero del único volcán activo fuera de la Tierra.

La Voyager 2, la sonda “gemela” en esta misión, consiguió llegar a Urano (1986) y Neptuno (1989) y fue fundamental en determinar que el primer planeta está inclinado sobre un lado y que su atmósfera cuenta con energía mínima, mientras que en el segundo se observaron vientos solares más rápidos que los conocidos.

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