Si deseas guardar nueva información en tu cerebro, tratar de ejercitar cuatro horas después de aprender algo.

Este truco, si es perfectamente sincronizada, fue descrito el 16 de junio en la revista Current Biology, por cortesía de 72 personas que aprendieron la ubicación de 90 objetos en una pantalla de ordenador. Algunas de estas personas luego observó videos de la naturaleza relajantes, mientras que otros ejercitaron en bicicletas estacionarias, alternando entre pedalear duro y suave durante 35 minutos. Este entrenamiento fue poco después de la sesión de aprendizaje o cuatro horas más tarde.

En comparación tanto con los que vieron videos y ejercitaron inmediatamente, las personas que trabajaron a cabo de cuatro horas después de su sesión de aprendizaje recuerdan mejor las ubicaciones de los objetos dos días más tarde. Los que ejercitaron 4 horas tarde también tenían una actividad más constante en el hipocampo del cerebro, un área importante para la memoria, cuando recordaban correctamente. Esto puede indicar que los recuerdos eran más firmes, proponen los autores.

Los investigadores no saben todavía cómo el ejercicio hace su magia sobre memoria, pero tienen una conjetura. Moléculas provocadas por el ejercicio aeróbico, incluyendo la dopamina y la proteína BDNF, pueden ayudar a consolidar recuerdos mediante la reorganización de las conexiones de las células cerebrales.

Más información: Current Biology

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