La tecnología ahora está llegando a las escuelas con mecanismos robóticos que prometen ayudar a nuestros niños en sus tareas escolares. Se trata de pequeños robots que buscan hacerles más divertido el aprendizaje. Sin embargo, es una iniciativa que esta apenas comenzando. En el siguiente post analizaremos a los robots como tutores para niños y veremos si realmente ayudan.
Robots como tutores para niños ¿Realmente ayudan?
“Si bien los adultos pueden desencantarse rápidamente con máquinas que no son muy perceptivas o que no hablan más que oraciones precargadas como un guion, los niños pueden charlar, escuchar y hasta tratar a los robots básicos como seres sensibles y sociales”.
Estas fueron las palabras dichas por Tony Belpaeme, un experto en robótica social en la Universidad de Gante en Bélgica. Así como él, otros están tratando de aprovechar esa conexión para crear robots que interactúen con los niños como tutores y compañeros de aprendizaje.
“Estos robots no están destinados a reemplazar a los maestros humanos. Pero los autómatas personalizables pueden proporcionar a los estudiantes atención personalizada en aulas que están abarrotadas de alumnos” dice Paul Vogt, un investigador de robótica social y desarrollo del lenguaje en la Universidad de Tilburg en los Países Bajos.
Esa ayuda adicional puede ser especialmente útil para los niños con necesidades especiales o para los estudiantes que están aprendiendo en un idioma diferente al que están acostumbrados. De hecho, podrían ser los principales compañeros de estudio de los jóvenes inmigrantes que llegan buscando una oportunidad de estudio.
Los robots también pueden ayudar a los estudiantes a ser educados en el hogar, o a enseñar en áreas donde los profesores humanos escasean. Los robots de habla inglesa que se han fabricado hasta ahora están programados para ingresar a unas 500 aulas japonesas este año con exactamente ese propósito. Cientos de clases de kindergarten en China también han adoptado por los robots educativos. Pero en los países occidentales, estos dispositivos aún necesitan mayor fuerza.
Recordemos que la tecnología es costosa y eso puede ser un impedimento muy importante para que estos robots no logren llegar a todas las aulas del planeta. Sin embargo, el científico informático y cognitivo Brian Scassellati de la Universidad de Yale y sus colegas han tenido éxito con un dispositivo llamado Keepon que se parece a dos pelotas de tenis amarillas apiladas con ojos y nariz. La intención, crear un robot de bajo presupuesto que pueda tener casi el mismo impacto que los modelos con costos muy superiores. Solo de esta manera se puede alcanzar a una población mucho mayor.
En un nivel muy básico, los robots pueden hacer que el trabajo escolar sea más divertido. “Si los niños disfrutan aprendiendo, con estos robots van a aprender aún más”, dice Brian Scassellati. Los investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison fueron testigos del poder de los robots para hacer que las tareas escolares fueran divertidas cuando diseñaron un bot llamado Minnie para incentivar a los niños a que lean más en casa. Minnie, comenta sobre un libro mientras el niño lo lee en voz alta, muestra respuestas emocionales a las historias y resume los puntos de la trama para apoyar la comprensión de lectura.