Accenture, la empresa multinacional dedicada a la prestación de servicios de consultoría, servicios tecnológicos y de outsourcing, publicó un informe en el que pronostica que la inteligencia artificial duplicará el crecimiento económico para 2035.
La IA transformará los negocios y la sociedad en general, una vez que se superen los obstáculos éticos y tecnológicos.
Cyrille Bataller, director gerente de innovación de tecnología emergente en Accenture, está ampliamente relacionado con el tema de la IA. Tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, Bataller formó parte del equipo que se centró en el área emergente de la biométrica para documentos de viaje.
Estas iniciativas pueden verse hoy como un precursor de las puertas electrónicas para pasaportes que se utilizan en muchos aeropuertos de todo el mundo. Desde entonces, su trabajo ha abarcado otros aspectos de la visión por computadora, el procesamiento del lenguaje natural, así como el aprendizaje profundo y automático.
Según este experto, la automatización, el aumento y la innovación son las tres claves que impulsan e impulsarán a la inteligencia artificial en los próximos años.
“La automatización es bastante sencilla e intuitiva: podemos automatizar actividades monótonas y repetitivas que, en el momento, hemos tenido que hacer de forma manual porque no había alternativas… Si hablamos de aumento, esto significa que podemos ayudar a las personas con soluciones de inteligencia artificial para ayudarles a tomar las decisiones correctas más rápido, para procesar grandes volúmenes de datos e identificar patrones que de otra manera no hubieran podido, y para ayudarlos a beneficiarse de la experiencia colectiva de las organizaciones”.
Y con el cumplimiento de estos dos puntos, el experto señala que “podemos redirigir tanto a las personas como al presupuesto hacia nuevas actividades estratégicas, que serán la innovación”.
Bataller considera que los próximos años son cruciales para sobrepasar algunas barreras y lograr que la IA amplifique por completo las posibilidades de negocios. Esto liberará muchos recursos y facilitará los principales problemas del tema de recursos humanos.
“Si los sistemas de inteligencia artificial se comportan de manera similar a las personas, como a los empleados, pueden manejar correos electrónicos o procesos de negocios, de repente tendrá acceso a una fuerza laboral digital de bajo costo y casi infinita que puede complementar a la fuerza laboral humana”, señala el experto.
Pero evidentemente una de las barreras más significativas para el desarrollo de la inteligencia artificial son las cuestiones éticas. Al respecto, Bataller señala que la IA no es una tecnología que reemplace a las personas, ni nada por el estilo, sino que las apoya y las aumenta.
El experto considera que a partir del próximo año, cuando se empiecen a superar todas las barreras éticas y tecnológicas, al menos desde Accenture, se podrán notar amplias transformaciones, y eso permitirá que más organizaciones aprovechen la fuerza de trabajo digital impulsada por AI.