La organización advirtió que los robots asesinos “con la capacidad de atacar a la gente sin intervención humana deben ser prohibidos en forma preventiva”.
Esto, a pesar de que tales armas no existen en la actualidad, al menos en una forma que estén regularmente empleados en el campo de batalla por los principales gobiernos.
Pero para Human Rights Watch, en su informe “Perder la Humanidad: El Caso Contra los Robots Asesinos”, las armas plenamente autónomas están más cerca que nunca de su utilización, y representaría un gran paso más allá de los drones se utilizan actualmente en el combate, que requieren la intervención humana antes de disparar a los objetivos.
El grupo dijo que las declaraciones de los oficiales militares insisten en que aviones no tripulados actuales no son autónomos “pero dejan abierta la posibilidad de que los robots podrían algún día tener la capacidad de tomar tales decisiones en su propio poder”.
Dentro de 20 a 30 años es posible que los robots automáticos asesino spodría estar en el campo de batalla, según HRW.
“Las armas totalmente autónomas no existen todavía, y las grandes potencias, como Estados Unidos, no han tomado la decisión de implementarlas. Pero los militares de alta tecnología están desarrollando o ya han desplegado precursores que ilustran el impulso hacia una mayor autonomía de las máquinas en el campo de batalla”, señala el documento.
Con esta posibilidad en el horizonte, los “robots asesinos” automáticos deben ser prohibidos ahora, sostiene el informe.
“Esas armas revolucionarias no serían coherente con el derecho humanitario internacional y aumentaría el riesgo de muerte o lesiones a civiles durante los conflictos armados”, dijo el informe.
El documento agrega que este tipo de armas “inherentemente carecería de cualidades humanas que proveen controles legales y no legales sobre la muerte de civiles”. El resultado podría ser que nadie sería legalmente responsable por la muerte de civiles durante los conflictos.
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