Hace algún tiempo que la arqueología no arrojaba nada tan impactante como lo sucedido hace poco. Se trata de un hallazgo que podría reescribir un los libros de la evolución. Y es que los arqueólogos descubrieron una nueva especie humana en Filipinas. Este hallazgo ocurrió específicamente en la cueva Callao de Luzón.
Nueva especie humana en Filipinas
Un nuevo miembro del género humano fue encontrado en una cueva en las Filipinas. Los fósiles con características distintivas indican que esta especie de homínidos habitaba la isla ahora conocida como Luzón hace al menos 50,000 años, según un estudio realizado en la edición del 11 de abril de Nature.
Esta especie, que los científicos han denominado Homo luzonensis, vivió al mismo tiempo que los polémicos homínidos de tamaño medio llamados Homo floresiensis y apodados hobbits, los cuales vagaban por una isla al sur de indonesia.
En forma y tamaño, algunos de los fósiles coinciden con los de los huesos correspondientes de otras especies de Homo. “Pero si se toma la combinación completa de características para Homo luzonensis, ninguna otra especie de Homo es similar”, así lo dijo el coautor y paleoantropólogo Florent Détroit del Museo Nacional Francés de Historia Natural en París.
Si el hallazgo se sostiene a un mayor escrutinio científico, se agregaría a la reciente evidencia de fósiles y ADN que indica que varios linajes Homo ya ocupaban las islas de Asia oriental y el sudeste asiático cuando el Homo sapiens alcanzaba lo que ahora es el sur de China hace 80,000 y 120,000 años. El resultado termina siendo una imagen cada vez más complicada de la evolución de los homínidos en Asia.
Los fósiles revelan una mezcla de rasgos modernos y primitivos. Los Homo luzonensis tenía molares que eran especialmente pequeños, incluso más pequeños que los de los hobbits, con algunas características similares a los molares de los humanos modernos.
El homínido también tenía premolares relativamente grandes que, sorprendentemente, tenían dos o tres raíces en lugar de una. Los homínidos que datan de varios cientos de miles de años atrás, como el Homo erectus, generalmente tenían premolares con múltiples raíces. Los huesos de dedos y dedos de los pies del Homo luzonensis son curvos, lo que sugiere una capacidad de trepar a los árboles comparable a los homínidos de hace 2 millones de años o más.
No está claro si el Homo luzonensis era tan pequeño como los hobbits. El esqueleto hobbit mejor conservado proviene de una mujer que medía aproximadamente un metro de altura. Basado en la longitud del hueso del pie de la cueva Callao de Luzón, el equipo de Détroit sospecha que el Homo luzonensis era más alto que eso, aunque aún más pequeño que la mayoría de los adultos humanos en la actualidad.
Aun se están realizando los exámenes de ADN pertinentes pero, si los inusuales dientes y los huesos de manos y pies perfectos para la escalada encontrados en la cueva del Callao ocurrieron como una evolución del antiguo Homo de Luzón, entonces esa combinación es única y desconocida hasta ahora entre los homínidos.
Sin embargo, solo un conjunto más completo de fósiles idealmente complementado con el ADN antiguo, puede iluminar si tales rasgos marcaron un nuevo miembro Homo.