El rover de la NASA disparó su láser a una roca del tamaño de un puño, pulverizándola con 30 pulsos en tan sólo 10 segundos, según lo informado por la agencia espacial de EEUU.

Cada pulso entrega más de 1 millón de vatios de energía por cerca de cinco uno-mil millonésimas de segundo, vaporizando un pedazo de roca del tamaño de una cabeza de alfiler para crear una pequeña chispa, la cual es analizada por un pequeño telescopio montado en el dispositivo.

El resplandor ionizado, que puede ser observado y grabado hasta 25 pies (7 metros) de distancia, entonces se divide en longitudes de onda compuesta por tres espectrómetros que dan información los científicos acerca de la composición química de la roca de destino.

El sistema combinado, denominado instrumento Chemistry y Camera, o ChemCam, es capaz de discernir más de 6.000 diferentes longitudes de onda en el espectro ultravioleta, luz infrarroja y visible, y está diseñado para tomar 14.000 mediciones a lo largo de la misión Curiosity a Marte.

Con el propósito de utilizarla por primera vez, el láser realizó “un tiro al blanco” contra una roca llamada “Coronación” por parte de la NASA.

“Tenemos un gran espectro de Coronación,”, dijo el investigador principal de ChemCam, Roger Wiens, del Laboratorio Nacional Los Álamos en Nuevo México, donde se desarrolló el instrumento.

“Después de ocho años de construcción del instrumento, es el momento de pago”, agregó.

Más detalles en: Times Live

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