Un día antes de que Google prohibiera la aplicación de Grooveshark para Android, EMI Music presentó una nueva demanda por incumplimiento de contrato y violación de copyright en su pleito contra la compañía.
Justo cuando parecía que Grooveshark dejaba sus problemas legales atrás, el servicio de música es demandado una vez más por uno de los grandes sellos discográficos.
En una demanda presentada en una corte federal de Manhattan, EMI acusa a Grooveshark de incumplimiento de contrato y violación de copyright. El meollo de la denuncia de EMI es que después de llegar a un acuerdo de licencia en septiembre de 2009, Grooveshark se atrasó en sus pagos mensuales y tampoco pudo proporcionar registros de ventas.
EMI necesitaba los datos de ventas para saber con exactitud cuánto cobrar el servicio, por lo que ante la falta de pago de Grooveshark, el sello dio por terminado el acuerdo en marzo. Sin embargo, Grooveshark siguió distribuyendo a permitiendo a los usuarios compartir música.
Grooveshark dijo en un comunicado que “mientras nos esforzamos para mantener las líneas de comunicación abiertas con los titulares de derechos, los artistas y todas las partes interesadas, es inevitable que surjan desacuerdos, como ocurre en cualquier negocio, especialmente uno que está impulsando la innovación y el cambio de la industria. Estamos seguros de que seremos capaces de resolver nuestra disputa con EMI”.
La semana pasada no fue buena para Grooveshark, ya que la compañía sufrió un revés embarazoso cuando proclamó a los cuatro vientos el regreso de su aplicación para Android en Google Play, sólo para verla prohibida una vez más. En 2011, Google retiró la aplicación por violar sus políticas.
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